martes, 8 de julio de 2014

BEYOND DOPPELGÄNGSTA (II): PERO, AL FINAL... ¿QUÉ ES LO MÁS TRISTE DE TODO? (Cuarta y Última Parte)


 Vale.

Supongo que, después de tamaña charlotería, alguien querrá saber qué es lo más triste de todo. Espero que no. Quiero decir, espero que nadie quiera saber nada: saber cosas, según cuales sean, pueden crear situaciones borrascosas. Nada de cumbres, todo a pie de calle, sin más que pobreza y apenas espíritu. 
     Pero, claro: este no es el caso. 

Según mis últimas notas, Riot (hablo en tercera persona porque así había quedado el tema, qué le vamos a hacer), nuestro buen amigo Riot Über Alles había dejado atrás toda vida personal para entregarse a la odisea creativa para la que había sido requerido. Un gesto de generosidad sin precedentes, sea dicho de paso: cuando un hombre tiene mujer, cerveza infinita en la nevera, porno on-line, síndrome de diógenes subvencionado por el Estado y tres enanos extravagantes dispuestos a todo, el sacrificio no es algo común

Por eso mismo se llevó consigo a los tres enanos

En realidad, la magnitud épica de las obras de Riot Über Vinagre se debe, en su gran mayoría, a la siniestra inventiva de tres enanos rumanos con un Síndrome de Estocolmo que ríete tú de Patricia Hearst. Entregados a la causa mayor, tuvieron a bien negar sus divertidas naturalezas de capricho carpatiano para depositar todo lo bueno suyo en los lienzos, maderas y cartones que Riot Über Trifásico firmaría más tarde, tan pronto los diera por aprobados y de los cuales, tal y como en su momento hicieron Tàpies, Juan Muñoz, Rodin, Warhol, Hirst, Aznar, Koons, Ana Rosa Quintana y muchos otros GRANDES ARTISTAS de la Historia, nuestro coleguita Riot Über Cucufate se adjudicaría –nada más faltaba– todos los méritos.


La exposición se presentó en junio de 2014. Colgó honrosamente de las paredes que la galería de arte EAT MEAT, la cual –consciente del ingente beneficio que suponía presentar la obra de un ARTISTA tan sumamente COTIZADO–, no dudó en genuflexionarse ante la posibilidad de incrementar exponencialmente sus ganancias a expensas de nuestro compadrito-ruiseñor Riot Über Los Hombros de la Madre who the parió. 

Hablando de EAT MEAT, no está de más hacer un poco de historia: fundada en Ibiza durante el loco verano de 1978 por el Gurú Angel José Grandes di Shantimaría (capitoste de la época en lo concerniente a pintura informalista, abstracta y bioenergética), vio su despliegue internacional durante la movida de la OTAN, allá por los ochenta, cuando un grupo de defensores de la pintura informalista (para etendernos, rollito Barceló primera época) se suicidaron en grupo como lemmings, arrojándose al vacío desde la cumbre de un incierto peñasco de Segur de Calafell. Tras tamaña tragedia poética, la que más tarde se calificó como "pintura de mierda" fue ganando escaños de popularidad entre los grandes de la siempre noble burguesía catalano-aragonesa, siendo EAT MEAT su mayor representante.

Actualmente tildada de Galería Moderna, EAT MEAT sigue los pasos de tu madre cuando intentó tirarte a la basura nada más nacer, pero fue sorprendida in fraganti por la policía. "Es una pena, pero se conoce que la vida se rige por leyes que solo dios puede dar por buenas". O, dicho de otra forma, el caprichoso Seal Qualitif que nunca tuvieron los crecepelos de feria. Lo sabe tu madre, como también lo sabe la cúpula mandataria de tu galería amiga (que, por cierto, no podría gozar de mejor salud y capacidades expansivas).

Ah, eso. Que no se me olvide. Lo más triste de todo es que nadie me lo ha impedido. Ni siquiera Rai, que definitivamente otorgó con su silencio. Nadie me puso freno. Bueno, a mí no: a Riot Über d'Allessandro. Ecce Homologado, qué duda cabe.